El sector hostelero dependía en gran medida, para salvar este puente, en que la climatología acompañase. Y mejor no ha podido comenzar el mismo. Las temperaturas ayer rondaron los 21 grados, con lo que las calles y playas se vieron repletas de público.
El sistema para plantear las vacaciones ha sufrido una profunda variación en los últimos tiempos. El criterio de planificación y reserva con tiempo, se ha visto modificado por las consultas en Internet y la decisión de última hora. Por ello que la climatología sea buena es fundamental para variar el resultado de un puente como el que nos encontramos.
Nadie se aventura a pronosticar el resultado, aunque la crisis está en mente de todos y no hace ser muy optimista al sector. De cualquier manera, todos oinciden en señalar que el buen tiempo es un valor seguro. Y ese lo tenemos practicamente asegurado.
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