Ayer no era un día de fiesta, sino de recuerdo hacia los donostiarras que en 1813 fueron pasados a cuchillo por las tropas 'liberadoras' anglo-lusas y a los supervivientes que dieron muestra de valentía y coraje y sacaron la ciudad adelante tras la destrucción.
Más de 200 tamborreros de 14 sociedades gastronómicas se dieron cita en la plaza Zuloaga para recordar a aquellos donostiarras que a pesar del sufrimiento fueron capaces de reunirse para levantar nuevamente la ciudad.
El presidente realista, Jokin Aperribay, a quienes se homenajeó en su Centenario, indicó que: 'Lo realizado por aquellos donostiarras y su esfuerzo para reconstruir esta ciudad debe ser el mejor ejemplo de superación para la Real'.
A las 21:30 las luces del calle 31 de Agosto se apagaron para dar paso a las antorchas y a las velas que los vecinos habían colocado en sus balcones.
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