La Aste Nagusia donostiarra finalizaba el domingo y el alcalde de la capital guipuzcoana, Odón Elorza, ha hecho balance de la semana de fiestas. Los fuegos artificiales continúan siendo el evento estrella, que reunieron a 900.000 personas en sus ocho exhibiciones.
Tanto el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Donostia-San Sebastián como los partidos de la oposición han ensalzado el desarrollo de la Semana Grande y han destacado la masiva afluencia de visitantes a la ciudad.
En la otra cara de la moneda se encuentran el tráfico y la basura depositada en la playa de la Zurriola a causa del botellón. Sobre el colapso del tráfico, Elorza ha reconocido que los aparcamientos disuasorios, ubicados en la periferia de la ciudad, estaban mal señalizados y ha anunciado que en 2007 se habilitarán nuevos espacios de este tipo, a los que se les aplicará una tarifa reducida.
Durante la Aste Nagusia se han encargado de la limpieza viaria un total de 247 operarios y vehículos. Se han recogido más de 127.000 kilos de basura, un 16% más que el año pasado. Por otro lado se ha reducido la basura ligera en las zonas festivas nocturnas, gracias a la campaña de reciclaje de vasos de plástico puesta en marcha por el consistorio.
El alcalde ha anunciado que el año que viene se aumentarán las actividades por la mañana y se están estudiando también 13 nuevas iniciativas, para incorporarlas al programa festivo.
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