La canción es el mejor vehículo de transmisión de valores culturales. Su capacidad de influencia trans-generacional, unida a su gran potencial de difusión, tanto por vías tradicionales (radio, televisión, conciertos,…) como por los modos más modernos (Internet), la convierten en una inmejorable arma para la divulgación de la cultura, lo cual fortalece su implantación y durabilidad.
Por otra parte, la interpretación de las canciones que hemos heredado, es un arte en sí misma. Una buena canción se trasmite gracias a la engrasada cadena de excelentes cantantes que la interpretan a través de los años. Anne Etchegoyen (Saint Palais/Baja Navarra-1979) constituye, a este respecto y a pesar de su juventud, un importante eslabón en la transmisión de la tradición cantoral vasca. Sus raíces del Baztán (su madre es de Errazu) han moldeado en ella un especial talento para captar el misterio y la belleza de las canciones populares; y su técnica vocal, la cual trabaja desde la infancia, dotan a su interpretación de una sublime lírica y un gusto particular, algo que no pasa desapercibido por el oyente.
Tanto es así, que su disco junto a la Coral masculina Aizkoa de Bayonne, Les Voix Basques (cuarto de su discografía), en el que la canción popular juega un importante papel, ha resultado ser un gran éxito en todo el territorio francés, habiendo conseguido un disco de oro, y cientos de miles de visitas en Youtube, así como una importante gira de actuaciones en las que el alma vasca ha estado siempre muy presente, lo que le ha permitido dar a conocer nuestra tradición mucho más allá de nuestras fronteras naturales a un público que, sin entender el idioma, ha captado perfectamente la sensibilidad y quasi-religiosidad que se esconden trás las sencillas y sublimes canciones que la cantante interpreta.
En un afán de darse a conocer en el sur, Anne Etchegoyen junto con el Coro masculino Aizkoa, publican, ahora en el sello Elkar, un consistente recopilatorio bajo el título Ongi Etorri, un especial compendio de las más sugerentes y populares canciones publicadas hasta ahora junto a la coral Aizkoa. En ellas, la particularidad de la interpretación se apoya en el equilibrio que guardan las graves voces del coro contrastadas con la clara transparencia de la voz de Etchegoyen. Un trabajo dulce y sentimental, a la vez que extremadamente sólido y profundo, fruto de la gran profesionalidad y personalidad de la cantante. Sus actuaciones en directo, fiel reflejo de su trabajo discográfico, son emocionantes rituales, donde la canción y la tradición encuentran el corazón abierto del público.
Anne Etchegoyen convierte sus espectáculos, contemporáneos en la forma, pero con una gran carga de sabor añejo, en llaves de transmisión inter-generacional, pues busca infatigablemente atinar allá donde la conciencia no llega, esa parcela de nuestro interior donde las canciones conviven con la memoria personal y colectiva, un lugar que se ilumina especialmente cuando Anne Etchegoyen interpreta, pausada y delicadamente, su exquisito repertorio.
El concierto tendrá lugar mañana viernes, 14 de noviembre, pero las entradas ya están agotadas.
Fuente: Ayuntamiento Donostia-San Sebastián
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