 Sugerente título que anima a continuar el recorrido que inició la Sala kubo-kutxa hace ya cuatro años por el arte español del siglo XX con el ciclo Arte para un siglo. En esta ocasión, la muestra se centra en un período especialmente atractivo, 1975-1990, plagado de cambios. Eran tiempos, en sus inicios, de incertidumbre, pero también de ilusión, de esperanza y de compromiso. Soplaban aires de libertad. Comenzaba la Transición y con ella llegaban aires renovados, que el panorama artístico de la época había empezado a avanzar con cierta anterioridad.
El cambio y la búsqueda de nuevas formas de expresión son dos características innatas del arte, pero en la etapa que recoge esta exposición, se unió a ellas la relación, siempre enriquecedora, de los artistas con sus colegas extranjeros y las corrientes en boga en aquel momento. La información comenzaba a correr en ambas direcciones. Una particularidad que imprimió nuevas señas de identidad a las creaciones artísticas de la época. Al mismo tiempo, se reivindicaba la mirada más cercana a la raíces y surgían movimientos de carácter regional, con especial relevancia en Andalucía, Galicia, Cataluña y, por supuesto, en el País Vasco.
Había que recuperar el tiempo perdido durante generaciones, y ese afán hacía bullir un escenario artístico en el que imperaba la diversidad y se huía de la homogeneidad. Figuración, abstracción, pop-art, expresionismo, neoexpresionismo alemán, Transvanguardia italiana, la pintura-pintura de origen francés? Cualquier forma de expresión era válida y susceptible de ser investigada y adaptada a la mirada particular de cada creador.
La exposición Tiempos de libertad recoge esta multitud de tendencias y propone un recorrido intenso y fiel por estos años a través de la obra de múltiples artistas, que reflejaron en sus obras uno de los momentos culturales e intelectuales más vivo, agitado e independiente de la historia reciente.
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