La Real Sociedad se juega en cada partido una final y no le están saliendo las cosas bien. Mañana tiene otro partido fundamental, en el que tiene que puntuar, para no quedar descolgado y en una situación irreparable antes de llegar a Navidades.
Toda la afición está pendiente de una reacción milagrosa aunque lo visto ultimamente no conduce a la eperanza. El partido conta el Alavés fue un desastre en lo relativo a juego y a acctitud. No se pudo dar una impresión más penosa. Unos profesionales en la situación que están no se pueden permitir ese relajo.
Mañana se van a enfrentar a un equipo correoso, con figuras y con un entrenador que no da pie a muchas sorpresas. Si los txuri urdin no ponen toda la carne en el asador, puede ser otro fiasco importante.
Esta afición, y ellos mismos, necesitan levantar la moral. Y eso se consigue comiéndose al contrario, no perdiendo el orden en el campo, corriendo ellos y el balón mucho más que el otro equipo, y sobre todo teniendo una acctitud más sacrificada que lo que hemos visto ultimamente.
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