Una farmacia del barrio donostiarra de Alza -una de las muy pocas que hay en la CAV- ha instalado un novedoso sistema de almacenaje automatizado a través de un robot, que ordena los medicamentos, los coloca en baldas y los sirve en bandeja a los boticarios, que disponen así de más tiempo para los pacientes.
El propietario del establecimiento, Miguel Ángel Gastelurrutia, ha presentado hoy en una rueda de prensa en Donostia-San Sebastián este robot de tecnología alemana, cuyo coste supera los 120.000 euros.
De esta manera, la farmacia Gastelurrutia de Alza dispone de este "almacén inteligente", instalado en una pequeña habitación, en el que ahora hay depositados unos 10.000 medicamentos.
El proceso se inicia con la introducción de las medicinas, lo que requiere que un empleado pase cada envoltorio por un escáner, tras lo cual el brazo del robot coloca las cajas en el lugar que considera más adecuado para optimizar el espacio.
"Puede ocurrir que dos cajas del mismo producto" sean depositadas en lugares opuestos", ha precisado el responsable de la farmacia, quien ha comentado que el propio aparato recoge las medidas de cada envoltorio y lo deposita en el espacio más idóneo.
Ha explicado que el robot dispensa después los medicamentos teniendo en cuenta su caducidad y avisa cuando falta un envase concreto, lo que permite gestionar adecuadamente el stock de la farmacia.
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