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El profesor donostiarra Mikel Essery, uno de los siete fallecidos en el atentado de Yemen |
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03/07/2007 |
Mikel Essery, de 54 años, compaginaba su trabajo como profesor que durante años ejerció en la ikastola de Lezo con su afición por el turismo. Alto, rubio y delgado, Essery estaba separado y tenía un hijo. Según cuentan quienes le conocieron, "era un hombre encantador que siempre había sido muy viajero". Así, acostumbraba a coger excedencias en el trabajo para realizar largos viajes. Últimamente ejercía como guía turístico en la agencia de viajes Banoa, con sedes en Bilbao y Barcelona, organizadora de esta excursión.
Essery viajaba junto a los doce turistas en cuatro coches todo terreno, en los que regresaban de una visita de día y medio a las ruinas arqueológicas de Mareb, cuando un vehículo les embistió.
En la agencia de la calle Ledesma de la capital vizcaína se declararon "hundidos" tras conocer los hechos, de los que tuvieron noticia por una llamada que les alertaba sobre las informaciones aparecidas en la página web del periódico El País . Después trataron de ponerse en contacto con la Embajada española en Yemen, abierta hace algunos meses, que les remitió al Ministerio de Asuntos Exteriores. Las informaciones de esta fuente, sin embargo, llegaban con cuentagotas y a las diez de la noche, poco antes de que las ambulancias con los muertos y los heridos llegaran al Hospital Athawara de la capital, Sana, desconocían el número exacto de heridos y sus identidades.
El Gobierno vasco ha convocado para mañana a las doce del mediodía concentraciones silenciosas frente a las instituciones de Euskadi para condenar el atentado de Yemen en el que fallecieron siete ciudadanos españoles, dos de ellos vascos, y para mostrar su solidaridad con las víctimas. Además, el delegado del Ejecutivo autónomo en Madrid, Pedro Caballero, ha partido para el país en el avión que han fletado las Fuerzas Armadas.
Ambas decisiones fueron comunicadas hoy por el secretario de Acción Exterior del Ejecutivo autonómico, Iñaki Agirre, quien explicó que aún se desconoce si la herida más grave en el atentado, la alavesa María Asunción Vitorica, podrá ser repatriada en el avión de la Fuerza Aérea española que ha partido esta mañana hacia la zona. "Parece que va a ser un poco complicado; hay que ver en qué situación se encuentra y si los médicos van a permitir que venga de vuelta en ese avión o si habrá que esperar unos días a que su situación mejore", explicó.
Al igual que el Gobierno vasco, los ayuntamientos de Bilbao y San Sebastián han convocado sendas concentraciones de repulsa y condena por el atentado de ayer. Será principalmente en el Consistorio donostiarra donde se vivan los momentos de mayor emoción. Los guipuzcoanos Magie Álvarez y Mikel Essery, fallecidos en el ataque, serán recordados por los allí presentes. |
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