Richard Gere recibió anoche el premio honorífico del Festival de Cine de San Sebastián, entre el delirio de los fans que a lo largo de los dos días que ha estado en la ciudad, se han apostado para ver a la estrella de cine.
San Sebastián ha brillado con este actor que ha dado muestras de saber tratar a sus incondicionales, a la prensa y dejar una más que grata sensación de su visita, en la ciudad.
El día de su llegada, con muchas horas de retraso, Richard Gere se molestó en saludar practicamente a cada una de las personas que le esperaban en la entrada del Hotel María Cristina. Ayer hizo lo propio a la entrada y a la salida del Palacio Kursaal.
La anécdota con la prensa fue el momento en que bajo a abrazar a un periodista al que le falló la voz al hacerle una pregunta.
Un gran tanto para el Festival que ha acertado de lleno con un artista, que se merece el remio Donostia, pero que además sabe ejercer de estrella. |