El Festival homenajeará este año la carrera del gran creador Ernst Lubitsch
15/05/2006
Es indudable, y plenamente reconocido en todo el mundo, que Ernst Lubitsch (Berlín, 1892-Los Angeles, 1947) es uno de los grandes creadores de la historia del cine. Un cineasta tan singular, que la definición de su estilo necesitó una nueva expresión: el toque Lubitsch se denominó a esa forma inimitable de hacer reir de la manera más elegante e inteligente.

Billy Wilder, Joseph L. Mankiewicz, Woody Allen y tantos otros genios siempre han reconocido a un genio mayor: Lubitsch. Él logró hacer reir a Greta Garbo en Ninotchka (1939). Y se atrevió, en plena ofensiva nazi, a ridiculizar a Hitler en la feroz, y divertida, denuncia del fascismo To Be Or Not To Be (Ser o no ser, 1942).

Son logros plenamente conocidos del creador de comedias maestras como The Shop Around the Corner (El bazar de las sorpresas, 1940) o Bluebeard’s Eighth Wife (La octava mujer de Barbazul, 1938). Pero se recuerda menos el extraordinario drama antibelicista Broken Lullaby (Remordimiento, 1932) o la muy amplia parte de su obra realizada cuando el cine aún era mudo, desde la herencia de Oscar Wilde en su versión de Lady Windermere’s Fan (El abanico de Lady Windermere, 1925) al delicioso ingenio de Die Austernprinzessin (La princesa de las ostras, 1919). El Festival de San Sebastián abordará en profundidad toda la obra de Ernst Lubitsch, en una retrospectiva que complete una visión del director más allá del estereotipo del maestro de la comedia sofisticada, que sin duda es, y que remarque todas las huellas palpables que ha dejado su cine hasta hoy mismo.
 
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