Fue un partido de infarto que duró dos horas, prorroga incluida, pero que dió el triunfo final a la concentración y al buen trabajo.
El Gasca no decepcionó, más de 4.000 aficionados animaron en todo momento a su equipo a pesar de que en algunos momentos el resultado no presagiaba lo mejor. Con un público así es dificil no dar todo lo que un jugador lleva dentro y ayer lo dieron con creces. Sin perder la concentración fueron remotando la situación hasta conseguir la victoria.
El público explotó cuando el arbitro pitó el final del partido y vimos al Alcalde bailar con Santos en un abrazo que presagia un magnífico entendimiento de futuro.
Zorionak Txapeldunak! |