Pocos al comienzo de la temporada veían posible que un equipo como el Numancia, con un presupuesto de 4,4 millones de euros pudiera optar al ascenso a Primera.
Quizá no contaron con la capacidad de crear un grupo compacto, en el que no había figuras sino conjunto, que el donostiarra Gonzalo Arconada ha sido capaz de organizar.
El gran mérito del técnico recién llegado, Gonzalo Arconada, ha sido dar protagonismo a los 23 jugadores de su plantilla: los ha utilizado a todos, lo que ha supuesto que se mantuvieran en forma física y psicológica.
El sistema ha funcionado y ayer el equipo del Numancia volvía a Primera División entre el delirio de una población de poco más de 40.000 habitantes.
Puede ser que la fórmula estuviera en lo que el público vitoreó cuando Gonzalo Arconada que había permanecido en segundo plano, salió al balcón para recibir una merecida ovación y escuchar una de las frases más repetidas del día: «No pasa nada, tenemos a Arconada».
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